29.11.07




"...Sentirte lejos no implica necesariamente estar en un lugar remoto, felizmente por eso me encuentro físicamente distante, porque lo otro sería una ecuación sin alternativas visibles. Nunca he sido bueno para las matemáticas. Pero eso tampoco lo hace más llevadero, de vez en cuando, siempre se hacen presentes las ausencias. Como hoy o como hace más de dos años, cuando me acurruqué en un mueble de la sala de mi departamento llorando. Cada kilómetro es un amigo menos al lado.


La familia, la casa y la propiedad privada es el título de una canción de Silvio. Cuando se tiene la propiedad privada, al final, uno termina extrañando el hogar y la familia. Recuerdo ahora la comida caliente y la ternura con la que mi mamá siempre me perdonaba, tras un destierro emocional inevitable. Las llegadas al son de la madrugada, de cada fin de semana, de mi viejo con su eterna maleta, cargada de nostalgia y panes de la sierra. Mis hermanas con sus universos inconexos, sus sonrisas fáciles, y el gremio que formaban cada vez que me odiaban juntas. La realpolitik siempre la emplearon mejor ellas.


Aunque estoy lejos, nunca estoy solo, porque en mi ser muchos han dejado pedacitos suyos, sin carnet de extranjería. A todos ellos les pido que no olviden, que tras el mar los días comienzan más temprano, eso no nos hace distintos, ya que cuando llueve, todos nos mojamos".
(marcayuq)

1 comentario:

Héctor Huerto Vizcarra dijo...

que hermozo texto

que bien escribe ese sujeto